Con el patrocinio de la Fundación Almayuda, Archaeology & Development Foundation (ADF) ayuda a los pueblos de la meseta de Phnom Kulen, en Camboya, a mejorar sus condiciones de vida y a salir de la situación de precariedad económica y alimentaria en la que se encuentran por medio de la agricultura.

Phnom Kulen, o «montaña de los lichis», es una meseta natural situada cerca del templo de Angkor Wat, en el noroeste de Camboya. Está considerada una de las primeras capitales del Imperio jemer, a comienzos del siglo ix. La abundancia de tesoros arqueológicos fue la razón inicial de la presencia de la ADF (Archaeology & Development Foundation) en el territorio.

Ofrecer a los más vulnerables las competencias y los conocimientos agrícolas necesarios para que puedan mejorar por sí solos sus condiciones de vida.

Desde 2008, en paralelo a las excavaciones arqueológicas, la ADF ayuda a las comunidades locales. Phnom Kulen, que quedó asolado por la guerra civil y por los abusos de jemeres rojos, está habitado en la actualidad por familias, algunas de las cuales sufren inseguridad alimentaria y precariedad económica. El parque nacional Phnom Kulen es, además, víctima de la desforestación, sobre todo, debido al cultivo del arroz en chamicera, muy destructivo, y desde hace unos quince años, al monocultivo intensivo del anacardo. También se ve amenazado por la caza furtiva y la tala ilegal de árboles.
La ADF quiere frenar primero y romper después el ciclo de la pobreza ofreciendo a los más vulnerables las competencias y los conocimientos agrícolas necesarios para que puedan mejorar por sí solos sus condiciones de vida. Es una táctica que pretende generar fuentes de riqueza sostenibles, compatibles con el medio ambiente y que ayuden a las familias a satisfacer sus necesidades básicas y las animen a contemplar la educación escolar de sus niños. La idea general es poner en marcha un ciclo de desarrollo sano.

Pescados, pollos, cerdos, verduras…

Interesada en esta experiencia innovadora, opuesta al asistencialismo, la Fundación Almayuda decidió participar en el desarrollo de varias actividades agrícolas generadoras de rentas complementarias o alternativas.

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Aunque el cultivo de setas comestibles, favorecido por el clima cálido y húmedo, había generado mucha esperanza, terminó siendo una decepción. Los costes de transporte de los materiales, la adquisición insuficiente de habilidades, los problemas en el acceso a los mercados, etc., obligan hoy a la ADF a recomendar el abandono progresivo de esta actividad. El Hub o «mushroom center», construido en 2014 y concebido también como centro de aprendizaje del cultivo de setas y como punto de venta de las producciones agrícolas y artesanales locales, será transformado en albergue turístico y explotado por la comunidad con el apoyo de la ADF y del sector turístico privado.

El programa de generación de ingresos con más éxito es el de la piscicultura, técnicamente fácil de instalar y con un ciclo de producción corto (de 4 a 6 meses, según la especie). En la actualidad da trabajo a ocho piscicultores que explotan nueve estanques.

La cría de pollos, practicada por diecinueve agricultores, es potencialmente la actividad más rentable. ¡Pero también es la más difícil, sobre todo a causa de las enfermedades, que se propagan con gran facilidad en el entorno tropical!

La cría de cerdos semisalvajes, introducida en 2018 por dos agricultores, es prometedora, pero se ve frenada por la doble necesidad de vacunación y de alimentación específica de calidad para los lechones.

Debe fomentarse el cultivo de hortalizas, ya que no existe esa tradición en la cultura local. El cultivo de verduras es menos rentable que las explotaciones ganaderas, tiene como competidor al del anacardo y se ve castigado por un suelo arenoso y un clima con muchos contrastes (precipitaciones demasiado abundantes en la estación de las lluvias y ausentes en la estación seca). Por otra parte, las verduras son bastante marginales en la alimentación de estas poblaciones, que prefieren el arroz con una pequeña porción de carne o de pescado, cuando es posible.

En cualquier caso, se trata de proporcionar a las familias voluntarias apoyo técnico y logístico, así como acceso a los mercados. Una vez que estas etapas resultan sostenibles, la ADF mantiene un vínculo de asesoramiento con los agricultores y propone el mismo concepto a nuevos beneficiarios.

Fotos DR

Enlace de interés : www.adfkulen.org