Almayuda, sensibilizada ya con la causa de los Q’eros, se compromete con Willka Yachay a crear una biblioteca y equiparla con ordenadores conectados a Internet, un gran paso para poner fin al aislamiento de los que son considerados los últimos incas.

La historia empieza en Aix-en-Provence, en los locales de la Résidence 43.5, la residencia de artistas financiada por la Fundación Almayuda.

John Cohen, célebre fotógrafo americano y también músico, realizador de cine y componente de la Beat Generation, residió allí en 2011 y, durante su estancia, Michèle Cohen, directora de la Résidence 43.5, le organizó una exposición para que presentase en París sus imágenes en blanco y negro de la época en que acompañaba a Bob Dylan en la escena musical del Village neoyorquino.

Almayuda, que colaboraba en aquella exposición, descubrió entonces el compromiso de John Cohen con los Q’eros, los últimos incas. Desde 1957, John se ha dedicado a dar a conocer esta comunidad indígena del altiplano peruano y no solo su cultura o sus tradiciones, sino también los obstáculos que debe superar para, simplemente, sobrevivir. A la Fundación Almayuda le interesó la lucha de los Q’eros y decidió ir a su encuentro para proporcionarles algunas llamas, indispensables animales de carga que los Q’eros crían también por su lana y por su carne.

Wyllka Yachay

El conocimiento de su historia y de sus derechos permitirá a los jóvenes Q’eros evitar la explotación y construir sus vidas.

Durante aquella visita, los responsables de Almayuda conocieron a Hannah Rae, una joven americana que, tal como hiciera años atrás John Cohen, se desplazó hasta las altas mesetas andinas para realizar sus prácticas de fin de estudios con los Q’eros.

Maravillada por su energía y su sinceridad, se quedó con ellos y fundó Willka Yachay, una asociación peruana cuyo objetivo es desarrollar la enseñanza y la educación en los pueblos Q’eros.

Su planteamiento de base es que solo el conocimiento de su historia y de sus derechos permitirá a los jóvenes construir sus vidas y evitar la explotación.

Willka Yachay crea escuelas, contrata, financia y proporciona material y alimento a los profesores, les propone experiencias y viajes pedagógicos… Escuelas, cooperativa textil, energías alternativas, seguridad alimentaria y defensa de la cultura, en particular, de la música tradicional son los principales temas en los que se enfoca su acción.

El proyecto

Almayuda, cautivada por el compromiso de Hannah y por la eficacia de su organización, decidió apoyar a Willka Yachay con la creación de una biblioteca equipada con ordenadores conectados a Internet que completa y refuerza la red escolar organizada por la asociación en el conjunto del territorio de la nación Q’eros.

La biblioteca y su aula de informática se inauguró en 2017 en la población de Qochamoqo. Un servidor, veinte ordenadores y varias impresoras permiten a 200 chicas y chicos, así como a sus familias y profesores, aprender a utilizar el ordenador y abrirse al mundo. Para ello, cuentan con la ayuda de formadores que imparten cursos.

Gracias a la gran cantidad de libros de la biblioteca, los niños pueden practicar la lectura y aprender así a dominar el principal medio de acceso al conocimiento.

Este programa, que ha sido posible por el apoyo de la Fundación Almayuda, marca una etapa que será, tal vez, decisiva en el proyecto global de Willka Yachay. Por medio de la literatura y de Internet, se ha dado un gran paso hacia el fin del aislamiento de los Q’eros.

Q’eros: los últimos incas

Los Q’eros, como última comunidad inca peruana, han sido designados «patrimonio cultural nacional vivo» por el Ministerio de Cultura de Perú.

Considerados como los guardianes de la sabiduría de los Andes, viven en armonía con la naturaleza. Realizan ofrendas a Pacha Mama, a la Tierra Madre y a los Apus, los espíritus de la montaña, por el bienestar de sus animales, de sus cosechas y de su comunidad.

Sus 14 pueblos, donde viven más de 2.000 personas, están situados a más de 4.000 metros de altitud en la cordillera de Vilcanota, la cadena montañosa más alta del sudeste de Perú.

Los Q’eros crían llamas y alpacas en zonas de gran altitud; descienden para cuidar a sus ovejas y cultivar patatas, y bajan más aún, justo por encima de la selva, para cosechar maíz y verduras, y para cortar el bambú y la madera que necesitan para sus construcciones y sus telares.

Enlace de interés: www.willkayachay.org

Fotos : DR